17 abr 2016

El Bosco: el misterioso maestro del surrealismo

El Bosco: el misterioso maestro del surrealismo


Como ya sabréis, este año se conmemora el V centenario de la muerte de El Bosco, y para celebrarlo el Museo del Prado exhibirá una impresionante colección de obras del artista, la cual no me pienso perder ya que es uno de los pintores que más me han intrigado e influenciado, sobretodo en mis inicios en el mundo del arte.


500 años después de su muerte, estamos más cerca de comprender las circunstancias personales que inspiraron la imaginería extraña, bíblica y frívola de los macabros mundos de El Bosco. Tan sólo 20 pinturas y 8 dibujos están reconocidos como originales del artista flamenco, e incluso su fecha de nacimiento es una cuestión de especulación. Y, sin embargo, pocos artistas son tan ampliamente reconocidos y respetados como él. El Bosco nació en una familia de artistas y artesanos que dominaban las artes en Hertogenbosch, una ciudad flamenca poco lejos de la actual frontera belga. Su abuelo Jan van Aken era minaturista, lo que aporta mucho sentido a la teoría de que Jerónimo Bosco recibiera formación en este arte, dada la minuciosa ejecución que caracteriza sus obras, incluso las de mayor formato. Muchas veces no se le ha dado la suficiente importancia a la calidad de su pintura, por prevalecer los esfuerzos por descifrar el lenguaje simbólico de su obra, aunque esta parte es muy importante para entender la historia del pensamiento. A medida que evolucionó El Bosco perfeccionó su técnica pictórica, hasta que el color adquirió la misma importancia que la línea. Por algo El Bosco fue contemporáneo del maestro Leonardo Da Vinci, aunque no está claro que conociera sus obras.

También su padre era artista, Anthonius van Aken actuó como asesor artístico de la Hermandad de la Virgen, una fraternidad católica fundada en 1.318.

Y así fue como Jerónimo Bosco aprendió todas las reglas elementales de las diversas ramas del arte, incluyendo el dibujo y la mezcla de colores. En Hertogenbosch había muchísimos artesanos del vidrio, debido a la fuerte demanda. Por lo tanto, El Bosco vio, a lo largo de su vida, las innumerables formas extrañas y maravillosas que conformaba el vidrio cuando se sopla hasta adoptar su forma definitiva. También en los talleres vidrieros vio infinidad de tubos y esferas transparentes de extraña apariencia, imágenes que se convirtieron en recurrentes en su obra. El Bosco finalmente se unió a un grupo de artistas cercanos a estos fabricantes de vidrio, y así estas imágenes formas se convirtieron en una fuente de inspiración para él.

Muchas de las imágenes de monstruos y figuras de otro mundo que incorpora en sus obras, en el siglo XV abundaban en muchos aspectos de la vida cotidiana: tallas en la sillería del coro, gárgolas en las fachadas de las catedrales, así como miniaturas y grabados. El genio de El Bosco, fue quien trasladó estas imágenes de las pequeñas artes a la grandiosidad de la pintura. La mayoría  de las cosas  increíbles que pintó podrían haber sido vistas por cualquier otro, pero él fue el único que vio en ellas una importancia suficiente como para crear un arte brillante a su alrededor. Y al hacerlo, creó la cama del arte conocida como surrealismo.

Se celebrará una muestra monográfica que incluirá, además de la gran cantidad de obras que conservan el Museo del Prado y las colecciones españolas, obras traídas de museos de todo el mundo, desde el  Arte Antiga de Lisboa , Hasta Museo del Louvre de París , Pasando por Albertina y el Kunsthistorisches Museum de Viena , el Museo de Bellas Artes de Boston , el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York , la Galería Nacional de Washington , el o el Polo Museale del Veneto de Venecia , entre otros.

Tendrá cinco secciones, más una  sexta para los dibujos. A lo largo de la muestra se situará al pintor y su obra en Hertogenbosch, junto a varios artistas que trabajaron al mismo tiempo en ella.

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